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viernes, 27 de junio de 2014

DE LOS CONCURSOS DE MICRORRELATOS: EJEMPLOS





CERO
Hoy vengo a volcar en esta hoja del bloc cuatro microrrelatos. Son fruto de las ideas surgidas del Taller pero con el ánimo de salir fuera, de participar en concursos (tres, en este caso) y comparar con otros textos sujetos a las mismas bases. Es cierto, como dice Fernando, que el resultado de los concursos depende del jurado. Sobre este punto volveremos un próximo día; valga ahora el aspecto, cuando se tiene acceso a los demás, de la comparación: siempre se aprende algo.




UNO
Se trata de un relato presentado a un concurso que exigía:
·           Nombrar “otoño” y/o “invierno”.
·           Extensión máxima (sin el título) de cinco líneas, Arial 12 (formato Word).


“Diversidad Literaria”, organizadora del concurso, seleccionó, en un primer corte, 1300 microrrelatos (uno el aquí presente) de 4000 participantes (según su página WEB). Con ellos editó un libro que ofreció, por el precio de 13,50 €, a los seleccionados. El premio de los nueve finalistas fue un ejemplar del citado libro y un diploma; el ganador recibiría otro diploma y cinco ejemplares: ¡Buen negocio!



 UN OTOÑO MÁS
 “Cerrando puertas. Subiendo”. La voz metálica resonaba aún cuando ya ascendíamos. Me sorprendió la velocidad de los dígitos en la pantallita: …1015, 1016… 1218, 1219, −empezó a ralentizar−, 1220, 1221 −se paró−. Alguien conocido pero con más barba me observaba desde el espejo. Escuché: “Invierno. Abriendo puertas. No se demoren, salida inmediata para próxima estación”.




DOS
En este caso el concurso establecía para el relato:
·           una frase obligada como inicio
·           una extensión máxima de 130 caracteres, incluidos los espacios (sin incluir la antedicha frase)

Son dos los microrrelatos y los títulos los encajé “a posteriori”. Y… no, no fui seleccionado. Leí, entre los presentados, relatos muy buenos; el ganador, sin embargo, no me gustó.




INCENDIO MILAGROSO

Hubo una, no habrá otra y nadie la echará de menos. Era malquerida y… temida. Un cortocircuito casual fue la salvación. Luego supe que en casa de la bruja no había electricidad.







HASTA EL RABO…

Hubo una, no habrá otra y nadie la echará de menos. Desolación, chozas desarmadas, tumbas. En el botiquín un esqueleto con bata blanca. En su libro diario se leía: Epidemia vencida.





TRES
Las bases de este concurso también exigían:
·           Una frase concreta para comenzar el relato
·           Un máximo de cien palabras para el mismo, sin contabilizar el título ni la frase obligatoria.
·           Un plazo muy corto para su ejecución.





EL PRIMERO

Nuestros mismos ojos nos miraban desde el fondo. Fueron agrandándose conforme avanzábamos cogidos de la mano. El cebreado luminoso iba descubriendo la presencia de dos arcones, dos mecedoras, un maniquí, una máquina "Singer" y cien cachivaches y trebejos más. Todo cubierto por una película beis. Yo tenía curiosidad y... miedo. Él también, aunque como era el chico...

Ahora ya no nos miran; yo, al menos, he cerrado los míos.

¡Mmmm!




Terminando junio,
a todos, ¡feliz julio!
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Las imágenes proceden, por orden, de:

www.castelruiz.es + www.solcultural.com + www.madrid.es + www.biblioasturias.com + literaturashispanicasuam.blogspot.com.es + www.amadrigal.net
compartepositivo.blogspot.com.es
epsilonelevadors.com
chikui.blog.cz/0703
sacanueces.blogia.com
econews.pe
blogs.20minutos.es/cronicaverde
lacomunidad.elpais.com/corsgentil
















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