3.-PROBLEMAS (=> ENFERMEDADES)
3.1.-Sobrepesca:
El Mediterráneo, con una superficie de un 1% de la oceánica total, produce cerca del 2% de la pesca mundial. Actualmente, y a pesar de los frenos impuestos, la pesca es más del doble que la de hace 50 años.
La aplicación de la tecnología moderna a la pesca –barcos frigoríficos, conserveros, de enorme tonelaje; radar, sónar, medios de detección aéreos; grandes redes, redes de deriva, fórmulas de uso; etc.- ha multiplicado, con menos personal, el volumen de las capturas.
Las redes de arrastre y otras artes de pesca, alteran mucho los fondos. El resultado es el empobrecimiento del ecosistema, hay que añadir la tendencia a capturar clases de tamaño cada vez menores, mediante la reducción de la abertura de malla de las redes.
Muchas especies son de vida larga, se reproducen despacio, tienen una descendencia reducida y no pueden resistir una explotación industrial. En 2006, científicos de 69 países firmaron una declaración expresando su profunda preocupación porque las actividades humanas, en particular la pesca de arrastre, están causando un daño sin precedentes a las profundidades marinas.
3.2.-Pesca Destructiva:
La instalación de redes de deriva, finas mallas que se extienden a lo largo de kilómetros, justo bajo la superficie del mar, constituye un peligro para muchos animales no comerciables que quedan atrapados y mueren de hambre o ahogados.
La pesca de profundidad genera la captura -cuantiosa en general- de especies sin valor comercial, a veces vulnerables y amenazadas. Lo más doloroso es cuando se pesca todo incluyendo lo pequeño, lo que no se vende, lo que no se come, lo que no sirve,…
3.3.-Exceso de Urbanismo en Franja Litoral:
En el año 2010 se estimaba en más de 80 millones las personas que vivían en las ciudades de la costa mediterránea y en más de 100 millones los turistas que acudían a sus playas; la expectativa es que están cifras se dupliquen para el año 2025 o antes.
El Mediterráneo es una de las zonas de mayor interés turístico del mundo. Esto constituye un importante factor de presión sobre el medioambiente; el turismo contribuye mucho en la contaminación de la cuenca. El crecimiento desordenado de los asentamientos turísticos, además de originar problemas estacionales, puede crear situaciones crónicas de daño medioambiental.
La demanda de vivienda en la zona costera ha facilitado el incremento desordenado de la construcción, la recalificación despiadada y consentida de terrenos e incluso la invasión brutal y sin vergüenza de parajes protegidos. En el litoral, los ecosistemas costeros se ven agredidos, cuando no enterrados, por el hormigón, el ladrillo y el aglomerado asfáltico. Las cifras que se manejan de esta destrucción en los últimos 20/25 años son apabullantes. Para más inri, muchas zonas no están suficientemente preparadas para soportar un volumen tan grande de turismo estacionario: escasez de agua potable, limpieza defectuosa y vertidos sin el debido tratamiento.
A todo esto hay que agregar el efecto pernicioso de las obras del litoral sobre la línea costera: erosión continua con cambios del perfil.
Las aguas y los fondos marinos situados frente a la ciudad reciben vertidos domésticos, agrícolas e industriales, procedentes de la red de alcantarillado humano y de buen número de emisarios submarinos, que alteran las características físicas, químicas y biológicas del agua y los sedimentos y que afectan a la biota y las comunidades marinas. A esto hay que sumar la contaminación litoral de origen minero.
3.4.-Contaminación:
Un macroestudio realizado en 2010 por centenares de científicos concluye, después de haber estudiado todos los mares y océanos, que el Mediterráneo es el más contaminado.
El Mediterráneo, por ser un mar semicerrado y con una renovación del agua entre 80 y 90 años, es muy sensible a la contaminación por vertidos.
Los vertidos más antiguos son los procedentes de los ríos sin depuración o con pobre depuración. Posteriormente aparecen los puertos (son pocos los que disponen de equipos de protección y limpieza frente a los petroleros) y los emisarios submarinos con idénticas características. Inicialmente la composición de los vertidos era, en un elevado porcentaje, materia orgánica; actualmente nos las tenemos que ver con los plásticos, los hidrocarburos y toda clase de productos químicos, algunos, procedentes de la industria y de la minería, altamente tóxicos. Se estima que el 70% de las aguas residuales vertidas al Mediterráneo está sin tratar.
El tráfico marítimo, en especial el del petróleo (un 20% del tráfico mundial), genera siempre pérdida de hidrocarburos y en especial en el caso de averías, colisiones, naufragios, encallamientos,… Se habla de entre 400.000 y 500.000 Tm de petróleo y residuos oleosos anuales, pero pueden muchas más si se consideran todas las fuentes de aportación. Un estudio realizado a las tortugas capturadas en redes de pesca arrojó que en el 20% de los casos existían restos de contaminación por hidrocarburos y basuras flotantes.
El año pasado, las Naciones Unidas han estimado que 650 millones de toneladas de aguas residuales, 129.000 toneladas de aceite mineral, 60.000 toneladas de mercurio, 3.800 toneladas de plomo y 36.000 toneladas de fosfatos se vierten en el Mediterráneo cada año.
3.5.-Calentamiento Global:
La noción de “calentamiento global” permite referirse a dos cuestiones: por un lado, se trata de un fenómeno observado en el promedio de la temperatura de las últimas décadas, que sube de manera sostenida; por otra parte, es una teoría que, a partir de distintas proyecciones, sostiene que la temperatura seguirá creciendo en el futuro a causa de la acción del hombre. (*)
Hace unos años, un equipo de investigadores encabezado por Manuel Vargas Yáñez (IEO) informó que el aumento medio de la temperatura superficial del mar entre 1948 y 2005 oscila entre 0,12°C y 0,50°C a lo largo del litoral mediterráneo; en profundidades intermedias (200 - 600m) la temperatura aumentó desde 1948 hasta 2000 entre 0,05°C y 0,20°C, y la salinidad se incrementó entre 0,03 y 0,09. En las capas profundas (1000m - 2000m) el aumento de temperatura osciló entre 0,03°C y 0,10°C y el de salinidad entre 0,05 y 0,06.
En 2010, otro grupo de investigadores, dirigido por el profesor Criado Aldeanueva (UMA), adelantó los primeros resultados de un estudio sobre Tendencias climáticas en el Mediterráneo: la temperatura del agua superficial del mar Mediterráneo ha crecido 0,05ºC/año en los últimos 25 años.
El aumento de salinidad refleja la disminución de las precipitaciones en el Mediterráneo, así como la disminución del aporte de los ríos debido a las obras hidráulicas llevadas a cabo en sus cauces. Desde mediados de los 90, se ha observado un acusado aumento del nivel del mar de entre 2,5 mm/año y 10 mm/año, causado en parte por el aumento de la temperatura y en parte por el incremento del volumen de agua producido por el deshielo de los casquetes polares.
El resultado es una afección directa a las especies marinas que deben adaptarse a las nuevas circunstancias, esto implica cambios y en algunos casos no pueden superarlos y mueren (por ejemplo, los corales de aguas frías y profundas).
Otro efecto es la “inmigración” de especies extrañas procedentes de mares más cálidos.
3.6.-Otros:
Por diferentes motivos el Mediterráneo sufre la intrusión de especies procedentes de otros mares, totalmente ajenas a las autóctonas (un informe de 2010 asegura que son 637 las especies invasoras, el número más elevado de todos los océanos estudiados). Entre las causas se cita el incremento de temperatura (muchas proceden de aguas tropicales), también el de salinidad y el acceso directo desde el Mar Rojo (canal de Suez) (**).
Hay que citar la desaparición de las praderas submarinas de Posidonia oceanica -desplazada por la invasora Caulerpa taxifolia (**)-, una fanerógama marina que fundamenta gran parte de la diversidad biológica mediterránea y, también, las plagas de medusas lo que destruye el frágil ecosistema.
A lo largo de siglos, los principales ríos del Mediterráneo han generado humedales de un valor inestimable, como los deltas del Nilo, el Ebro o el Ródano. Estos humedales son verdaderas estaciones de repostaje, cada año, de muchos millones de aves migratorias.
Se estima que en dos siglos estas áreas han quedado reducidas a un 6% de su tamaño. La conclusión es obvia.
Igualmente, la cubierta forestal se ha reducido considerablemente a lo largo de la historia de asentamientos humanos. Estas áreas forestales son especialmente importantes en la protección de los suelos frágiles con un exceso de períodos de sequía y la erosión del agua de las lluvias torrenciales. El resultado es la desolación de algunos paisajes mediterráneos.
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(*) Conviene dejar constancia de unas diferencias: el calentamiento global suele asociarse al cambio climático, aunque éste último fenómeno (la variación del clima) siempre ha existido y es natural. De todas formas, actualmente por “cambio climático” se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables (Naciones Unidas).
Por otra parte, el calentamiento global está asociado al efecto invernadero, tema que será materia –espero- de otra hoja de este bloc.
(**) A veces, las invasiones surgen por accidente. Así ocurrió con la Caulerpa taxifolia, el alga asesina. Esta alga, propia de climas cálidos, se cultivaba en el acuario de Mónaco. En 1982, un escape de agua liberó una pequeña cantidad de alga y, desde entonces, se ha ido extendiendo por todo el Mediterráneo: se estima que ocupa ya unas 10.000 Ha. de fondos marinos. Laura Capdevila, directora del Grupo Especialista en Invasiones Biológicas, detalla que el problema es que el alga asesina "había adquirido una mutación en Mónaco y se volvió más agresiva". [La sospecha es que mutó al ser tratada con luz ultravioleta -cágate lorito-].
La Caulerpa acabará con la Posidonia oceanica, un alga propia del Mediterráneo que sirve de refugio y zona de cría para muchos peces, por lo que su desaparición puede afectar a todo el ecosistema mediterráneo.
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¡Feliz Jornada! MEDITERRÁNEO continuará (si no pasa nada)
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