SÁBADO 25
Después de tres noches en Milazzo abandonamos este
pueblo, mirando con cierta ilusión en dirección a las Eolias (habrá otra
oportunidad, seguro), rumbo a Taormina.
Ya sabíamos que nos esperaba una ciudad muy atractiva y un tanto incómoda. Y
así fue.
La situación
de la población sobre una colina obliga a ascender por una carretera
zigzagueante y, después de varias indicaciones sobre la circulación prohibida a
los no residentes por el casco urbano, adentrar el coche en el multiplantas Parking Garage Porta Catania.
La siguiente incomodidad son los varios
miles de turistas –como nosotros– que, a pesar de la hora temprana y de la fecha
tardía, inundan las calles de Taormina. Pero hay una cosa que diferencia dos
poblaciones muy “turistizadas” como Cefalù y ésta: los comercios. En Taormina encontramos tiendas de
mucho nivel, como la joyería Kiseki,
la boutique Tosca Blu, o la
juguetería Il Balocco, algunas que
venden las marcas de moda (Guci, Armani, Tods…) y otras bajo los rótulos de
grandes cadenas (Benetton, Zegna, Glassing,…). Y esto, junto a cuidados hoteles
y restaurantes de postín, es indicio de cierto turismo de consumo de nivel1.
El eje de la ciudad lo constituye el Corso Umberto, 800 metros entre Porta Messina y Porta Catania. En un punto intermedio queda la Porta di Mezzo con la Torre del Reloj. Aparte de las calles y los bellos edificios que las jalonan, pronto descubrimos el gran atractivo de esta ciudad: su ubicación.
Construida sobre una colina (Tauros) junto al mar Jónico (la bahía de
Naxos, al Sur, y las playas que convergen en la Isla Bella, al Norte) parece el
perfecto mirador de una costa privilegiada, pero, al girar la vista hacia el
interior, el todopoderoso Etna se muestra en todo su esplendor (nosotros lo
admiramos con una boina de nieve adquirida después de nuestra visita del miércoles).
El Teatro Griego-Romano es grande sin
alcanzar las dimensiones del de Siracusa. Está excavado en una ladera (como lo
hicimos notar en algún
otro con anterioridad), aprovechando al máximo la orografía para lograr
su deseada geometría; pero no una ladera cualquiera, una ladera que permite a
los espectadores deleitarse en los entreactos con una maravillosa panorámica.
El Palazzo
Corvaja, cargado de arte y de historia2,
nos ofreció, aparte de sus atractivos estructura, patio, escalera, salones…,
una estupenda exposición, Taormina Cult, cuyo cartel anunciador me cautivó desde el primer momento (solo hay que mirar los ojos de la niña). Se trataba de una muestra sobre Literatura, Arte y Cine relacionados con la ciudad, auspiciado por TAOBUK (Festival Internacional del Libro de Taormina). Disfruté muchísimo con los pósters, fotografías de escritores, pintura y carteles antiguos de cine.
Pateamos la población siguiendo plazas y
callejuelas, iglesias y ruinas diversas y siempre, siempre el paisaje nos hacía
comprender el atractivo que había ejercido desde siempre a viajeros y
conquistadores a hombres y a mitos1.
Abandonamos
Taormina después de pagar bien el aparcamiento (siempre se consolaba uno pensando
que en agosto costaba ¡el doble!).
Llegamos a Riposto y tuvimos alguna pequeña complicación antes de localizar nuestro hostal3. Dejamos las maletas y fuimos a comer algo. Giuseppe, el dueño de la casa nos indicó un restaurante4 en el que nos atendieron a pesar de la hora. Comimos bastante bien y, al regresar, nos encontramos con un atractivo local5 donde tomar un vino por la noche, si cuadraba (que no cuadró).
Después de descansar un poco y reconocer
una parte de la casa donde nos alojábamos (un verdadero palacio con jardín,
entreplanta, terraza,…), salimos a explorar el lugar: paseamos por las calles
del entorno y por la zona costera. Lo cierto es que Riposto no tiene el encanto
de las poblaciones visitadas como para dedicarle muchas horas, vale para parar
a cenar y dormir. Al final, aprovechamos las comodidades de nuestra habitación
(amplitud, cocina, vajilla, mesa, televisión) y cenamos “en casa”.
DOMINGO 26
Lo cierto es que el desayuno fue muy agradable
y placentero. Nos atendieron Marina y su esposo, propietarios del B&B, en
un salón muy atractivo del palazzo.
La señora había hecho una especie de tarta para la ocasión y su marido había
cocinado una tortilla. Expresé mi sorpresa ante el café tipo americano y,
aunque él manifestó que es el que había, después de un tiempo apareció con un
verdadero expresso. Muy de agradecer.
Hablamos de muchos temas, de los hijos, entre otros (ellos tenían uno
trabajando en Madrid).
Dejamos Riposto rumbo al aeropuerto de
Fontanarossa. El día festivo con buen tiempo nos complicó el trayecto por la
carretera de la costa: el número de sicilianos que acudían a las playas y
pueblos marineros era inmenso y aquellas calles y carreteras del litoral no
escondían ya huecos para aparcar. Esto motivó que apenas pudiéramos disfrutar
de Aci Reale, Aci Castello,…
Llegamos al aeropuerto con tiempo
suficiente para dejar el coche (superando la revisión de la carrocería y del
depósito de combustible) y comer (las vituallas adquiridas por la mañana) antes
de embarcar con rumbo a Madrid. El vuelo sin novedad nos dejó en la T2 de
Barajas con margen para trasladarnos a la T4, tomar algo y coger el autobús
para Asturias.
Aquí acabó el viaje, el físico, claro,
porque siempre quedan otros.
De momento un breve pensamiento estético.
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(1) Ya en el S. XVIII, Taormina fue objetivo de
escritores viajeros europeos, pero es en el XX cuando se vuelve lugar de
residencia temporal de escritores y artistas tanto europeos como americanos. Truman Capote, Thomas Mann, Cocteau, Greta Garbo, Dalí,
Orson Welles, Rita Hayworth,… pusieron de moda este lugar entre sectores sociales
de cierto nivel.
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(2) El origen del Palazzo Corvaja parece residir en una torre construida, en el antiguo foro romano, por los árabes a principios del S. X. Cinco siglos después, la reina española Blanca de Navarra, gobernadora de la isla, presidía aquí las reuniones del Parlamento de Sicilia y eligió el palacio como residencia de verano.
(2) El origen del Palazzo Corvaja parece residir en una torre construida, en el antiguo foro romano, por los árabes a principios del S. X. Cinco siglos después, la reina española Blanca de Navarra, gobernadora de la isla, presidía aquí las reuniones del Parlamento de Sicilia y eligió el palacio como residencia de verano.
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(3) Bed and Breakfast di charme Camelie # Via Archimede, 22, Riposto (CT)
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(4) MARRICRIU # Via Gramsci, 160 #
Riposto (CT)
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(5) ASTEMIO # Via Dandolo, 7 #
Riposto (CT)
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