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sábado, 27 de octubre de 2012

AGOSTO/SEPTIEMBRE: DEL JAZMÍN. DEL JAZMÍN, FLORES E INTENSO PERFUME. (y II)




5.- La “Delicada de Gandía”: La leyenda

Al hablar del jazmín en esta zona del Mediterráneo, le viene a uno a la mente la historia/leyenda de la “Delicada de Gandía”; este personaje representa al estereotipo de la persona frágil, endeble, aprensiva y quejicosa, objeto de mil pequeños accidentes banales con consecuencias serias y de todas las dolencias inimaginables. La leyenda se refiere a una joven gandiense que murió al caerle en la cabeza una flor de jazmín. Dicho así encaja a la perfección con la imagen definida, pero la segunda parte nos aclara algo más los hechos: la flor era de piedra y había caído de la fachada de la puerta de Santa María (o del Mercado) de la Colegiata de Gandía.




No parece ser conocida la época en la que se desarrolla la “historia”, o nace la leyenda, pero existen referencias desde hace muchos años:


  • El tema de la “Delicada” aparece ya en el s.XVIII en “La Rondalla de rondalles” (texto atribuido a Lluís de Galiana, 1767)

  • Posteriormente, en algunas poesías festivas(***) y obras teatrales.
  • José Sanmartín y Aguirre (1848-1901) tiene una poesía sobre nuestro personaje.
  • El pintor y catedrático Antonio Fillol y Granell pintó un cuadro en 1915 titulado “La Delicada de Gandía”.
  • Emilio Fornet, autor y actor, escribió en 1929 una pequeña pieza cómica titulada “La Delicada de Gandía”, que se estrenó en el teatro Alcázar de Valencia.
  • En el libro “Historia gráfica de Gandía”, publicado por Fomento de Agricultura, Industria y Comercio de Gandía en 1981, Felipe Perles Martí, Cronista Oficial de Gandía, escribe sobre el tema(****).
  • En el libro “La Delicá de Gandía y otros personajes típicos valencianos” (2003) de R. Benito Vidal.
  • Josep Franco Martínez tiene un libro, editado en 2011, titulado también “La delicada de Gandía”.
  • Existe una calle en la Ciudad Ducal con el nombre de “la Delicada de Gandía”
  • Amén de algún sainete, videos,…







6.- La “Delicada de Gandía”: La historia

El miércoles 16 de noviembre de 2011 y gracias a la documentación hallada en el “Archivo Histórico Nacional. Sección Nobleza. Legados Osuna y Luna”, en el blog “Desde mi otro mundo”, se relata la verdadera historia de la “Delicada de Gandía”.

En resumen, “La Delicada de Gandía”:
  • Muere el 18 de julio de 1498,
  • por causa de un accidente provocado por el escultor Damián Forment en la puerta de Santa María de la Colegiata de Gandía;
  • era de origen Lombardo y su nombre Inés de Catani y
  • en el momento de morir llevaba puesto un cinturón de castidad con el escudo del Duque de Gandía junto a la cerradura;
  • había sido la concubina del II Duque de Gandía, Juan de Borja, muerto en Roma el año anterior;
  • María Enríquez, viuda del Duque, conoce entonces la existencia de la concubina y manda castigar su cadáver.
  


El texto de Jesús Vila no resulta sorprendente porque:

  • en él, después de tantos años, se descubra la identidad de la “Delicà de Gandía” y la fecha de su muerte,
  • ésta fuera una amante de Juan de Borja, Segundo Duque de Gandía,
  • que su apellido (Catani) coincida con el segundo de Julia Farnese y Catani, amante de Rodrigo de Borja,
  • y que a pesar de ser italiana y residente en Gandía, su existencia no fuera conocida por la dos veces Duquesa (consorte) de Gandía y mujer con gran carácter y autoridad;
  • la existencia de un cinturón de castidad con un escudo ducal no permitiera haber aireado más los amores del Duque en una ciudad como Gandía a finales del s.XV;




Lo que resulta sorprendente en él es que:

  •  Juan de Borja viajara a Roma en 1497 dejando esposa y dos hijos, cuando los estudiosos citan el 10 de junio de 1496 la fecha en la que Juan deja Gandía y marcha a Italia, dejando a su esposa con un hijo y embarazada de otro (Isabel), para hacerse cargo de su nuevo puesto.
  • Damià Forment causara la muerte de la “Delicà” el 18 de julio de 1498, cuando los trabajos de ampliación del templo comenzaron más tarde (probablemente después del 26 de octubre de 1499),
  • Damià Forment causara la muerte de la “Delicà” trabajando en la “Puerta del Mercado” de la Colegiata de Gandía cuando, al parecer, la obra contratada al escultor y a su hermano se sitúa en la “Puerta de los Apóstoles” (la otra puerta).
  • La frase atribuida a Damià Forment, después de originar el accidente, no es propia de un artesano/artista, aunque fuera un joven de 18 años.
  • Arnau de Vilanova “certificara” la muerte de la “Delicà” en 1498 en Gandía cuando, según los historiadores, el ilustre galeno había muerto en Génova casi dos siglos antes.
  • La mujer -siendo puta (¿?)- llevara puesto un cinturón de castidad más de dos años después de separarse de su amante y uno después de la muerte de éste.
 


Bien, aquí queda un texto, sacado del “Archivo Histórico Nacional”, bastante sorprendente.


Buenas tardes, felicidad para todos y…
paciencia para aguantar crisis y políticos.



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(***)POEMAS

La delicà de Gandia
siga supósta o real
dona a entendre qu’era fina
sa complexió natural

Per una flor perfumada
que al cap li va caure un día,
la Delicà de Gandía encara mor, marejada
pel pés de la fantasía

Lo que aconteció
fue que en lo más alto de la Seo había
la tal flor labrada en piedra que un buen día
cayóle encima a la doncella y la mató.




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(****)HISTORIA GRÁFICA DE GANDÍA

A ambos lados de la mutilada, pero aún bellísima imagen, sobre las inclinadas aristas que se unen en el pináculo angular, el gablete, se ven los muñones, tocones quizás mejor, de los adornos vegetales en piedra, llamados cardinas; flores de jazmín según el vulgo.
Flores de jazmín del siglo XIV.
Una de ellas, seca marchita, cuyo peso evaluamos en unos cincuenta kilos, se desprendió tiempo ha, cayendo sobre una joven que murió instantáneamente.
Y como murió del impacto de una flor de jazmín, se la tildó de delicada.
La “Delicada de Gandía”, que murió al caerle encima una flor de jazmín.
Es leyenda que ha pasado a la literatura y a la pintura. (Es leyenda, pero guardémonos por si acaso de las flores de jazmín que aún persisten).
La responsabilidad civil habría que pedírsela a Joan Franch, quien en 1387 aparece documentalmente como “Mestre Piquer de la Seu”, y que posiblemente labró esta puerta algunos años más tarde.
Felipe G. Perles Martí, Cronista Oficial de la Ciudad de Gandía
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