Comentaba no hace mucho las circunstancias
por las que se genera diariamente esa simpática tertulia a la puerta de la
biblioteca y por las que soy testigo −con esporádicas intervenciones−. Bien, aunque
había parado de llover, el otro día −aún era de noche−, estaba frío, pero no
era impedimento para que, uno a uno, los jubilados fueran llegando al punto de
encuentro. El segundo saludaba al primero con un “buenos días” seguido de un
“joder, qué frío está ”.
En un momento determinado, el “abuelo”
mencionó que el edificio de la biblioteca había tenido un uso muy diferente en
siglos anteriores, había sido La Casa de
Comedias(*), un teatro. Alguien preguntó que dónde hacían pues teatro ahora.
Un par de voces respondieron que en el Campoamor,
pero otra más aplaudida respondió que “en los Parlamentos”.
El “profesor” animó a hablar al “abuelo”
elogiando su amor por la lectura y éste confesó que era su pasión: leía mucho y
variado. Últimamente estaba leyendo un libro sobre el “Contubernio de Munich”(**)
y, haciendo gala de su memoria −cosa natural en él−, nos recitó los nombres de
una serie de españoles asistentes al histórico congreso de 1962 (imagino que
correspondería a una relación referida a algo concreto, dado que el total
sobrepasaba el centenar de personas).
Toda una serie de recuerdos me llegaron de
golpe. Relacionados, por una parte, con el que fue famoso contubernio y, por
otra, con el nombre de uno de los mencionados partícipes en él: Dionisio
Ridruejo (no pude evitar exclamar “falangista, poeta, antifranquista y soriano
de pro”).
Quizás fue en 1963 la primera vez que oí
mencionar el “Contubernio de Munich”; lo cierto es que fue de labios de un
compañero del colegio, Miguel Ángel, tal vez el único que tenía ciertos
conocimientos –aunque sesgados− de política (en su casa eran, al parecer,
requetés); el resto eramos ignorantes obligados por la familia, la sociedad y las circunstancias. Citó a Gil Robles como uno de los antifranquistas. Más adelante tuve
oportunidad de escuchar el término “contubernio judeo-masónico”, pero eso es
harina de otro costal.
Dionisio Ridruejo(***) siempre me llamó la
atención porque fue un político muy joseantoniano lo que le hizo enfrentarse a Franco
por su falangismo heterodoxo: mucho Movimiento y poco nacional-socialismo. Por
otra parte, hay que considerar sus escritos, poesía sobre todo (generación del
36). Y soriano: natural de El Burgo de Osma; paisano, por tanto, de personajes
tan opuestos como el sindicalista Marcelino Camacho y el chorizo Jesús Gil y
Gil (también de mi compañero de CM José Luís, “el Feo”).
Ya cabalgamos por el mes más corto;
para todos, ¡feliz febrero!.
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(*)La Casa de Comedias, verdadero teatro municipal, se
construyó según proyecto del arquitecto Ignacio de Cajigal y se inauguró en 1670
con palcos para las autoridades y el cabildo. En 1799 fue convertido en teatro
de forma semicircular, y una segunda reforma, en 1849, lo transformó en un
coliseo, amplio y moderno entonces, con capacidad para 600 personas. Éste es el
teatro del que nos habla Leopoldo Alas en La Regenta y en Su único
hijo. Se derribó a principios del S.XX, conservándose únicamente la
fachada, adornada con un escudo Real en el centro y otro, con la Cruz de los
Ángeles, a la izquierda.
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(**)Contubernio, en su tercera acepción, según el diccionario, es Alianza o liga vituperable.
El Contubernio de Múnich fue
un término peyorativo, acuñado por el diario Arriba, con el que el régimen franquista quiso ridiculizar el “IV Congreso del Movimiento Europeo”,
celebrado en la ciudad alemana en junio de 1962.
Al parecer fueron 112 (y no 118, como se recoge
en muchas fuentes) políticos españoles, de todas las tendencias opositoras al
régimen franquista, tanto del interior como del exilio −excepto del PCE−,
reunidos bajo la autoridad moral de Salvador de Madariaga que, al concluir la
reunión, afirmó: Hoy ha terminado la
Guerra Civil. Los que regresaron a España fueron castigados por Franco.
Más Información sobre el tema: EL PAÍS, LAVANGUARDIA, FILOSOFÍA
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(***)Dionisio Ridruejo Jiménez
(1912–1975) fue un escritor y político español perteneciente a la Generación del 36 o Primera generación poética de posguerra. Participó como
falangista en el bando de Franco, pero ya desde 1941 su distancia con el nuevo
régimen se iniciaba, consumándose al año siguiente con la dimisión de sus
cargos. Desde entonces, se enfrentó al franquismo, sufrió cinco años de
destierro y unos meses de cárcel; en fin, manteniendo cierta libertad de
acción, luchó hasta el final de su vida por las libertades, uniéndose con la
oposición democrática.
DE EN MARCHA
Anteayer dormí en el prado
sobre el olor de la hierba, ayer entre los pinares, hoy en la tranquila selva, mañana, raso con raso, solo entre el cielo y la tierra. El alba de cada sol nuevo campo me revela, y el sueño de cada noche las mismas hondas estrellas. En el día se recorre lo que en la noche se sueña: siempre la misma esperanza bajo distinta promesa, y en la noche se vigila todo lo que el paso deja, compañía militar en camino de la ausencia. ¿Cuánto será lo que avanza y cuánto lo que regresa? Corazón aventurado: ¿qué miras en lo que sueñas? La sangre, toda la sangre. La tierra, toda tu tierra. |
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Las fotografías, por orden, proceden de:
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commons.wikimedia.org/wiki/File%3ABiblioteca_de_Asturias_-_2.jpg
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propia
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Idem.
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www.lavanguardia.com/hemeroteca/20121012/54352402154/dionisio-ridruejo-falange-centenario.htm
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