VUELVO…
…sobre el punto
que trataba en la anterior hoja de este bloc (DE LOS CONCURSOS DEMICRORRELATOS: EJEMPLOS): “El resultado
de los concursos depende del jurado”. Dicho así suena a perogrullada, pero
hay que pensar que la frase va más allá de las ocho palabras, al menos así lo
entendí yo cuando se la escuché a Fernando.
- La organización que convoca el concurso elige un jurado. De entrada, la calidad de éste va incidir, lógicamente, en la elección de los relatos premiados. Pero la calidad se refiere a todas las capacidades de los integrantes del jurado. Pueden ser unos críticos fabulosos y no saber exactamente de qué va el asunto: hay concursos de microrrelatos que premian un texto que no es microrrelato, muy corto, eso sí, pero carece de las características de un microcuento(*). Por ejemplo, me bajé el primer premio de un determinado concurso de microrrelatos (IV edición, año 2013) porque, para mí, era un texto precioso de poesía en prosa pero no veía un microcuento en él; se lo mostré a un experto que, prudentemente, me dijo: “Muy fronterizo, mucho”(**).
- Bien, pero también influye la calidad del equipo pre-seleccionador, el denominado “comité de lectura”, encargado de hacer una criba entre todos los trabajos presentados, escogiendo equis para el jurado; su labor también es determinante y requiere estar integrado por profesionales. Por ejemplo, dejar en manos de la votación popular esta preselección es, cuando menos, poco serio; es arriesgarse a mucho por un pequeño ahorro económico. Tal es el caso de algunas organizaciones, como, por ejemplo la “Fundación Camilo José Cela”. En el concurso de microrrelatos organizado este año dejó en manos de los concursantes esta tarea previa, lo cual no deja de ser una irresponsabilidad. ¿Cabe pensar que todos los que votaron leyeron los 389 relatos? De mano digo que no. Entonces, ¿qué calidad de preselección es ésta?
- Asimismo está el aspecto de la independencia del jurado. ¿Cuántas veces el jurado, objetiva o subjetivamente, depende de los intereses de la organización? No hace mucho, un gremio de profesionales, en combinación con una emisora de radio, organizó un concurso de microrrelatos: el texto, de tema libre, debía contener cierto vocablo concreto (relacionado con el gremio) y no debía pasar de un determinado número de palabras. Cuando escuché el relato ganador quedé asombrado: era imposible que entre los tropecientos relatos presentados no hubiera uno mejor; pero eso sí, planteaba (don de la oportunidad) el problema actual del gremio (aspecto no previsto en las bases).
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ESTOY AQUÍ…
…y aprovecho
para insertar en esta hoja del bloc un microrrelato que, por exigencia de las
bases del concurso, presenta las siguientes características:
- Comenzar por la frase "Llueve mansamente y sin parar, llueve sin ganas pero con una infinita paciencia, como toda la vida, ...”.
- Llevar un título y tener una extensión máxima de1.250 caracteres con espacios (sin incluir la frase de inicio, ni el título).
DOBLE SOSTENIDO
−Llueve
mansamente y sin parar, llueve sin ganas pero con una infinita paciencia, como
toda la vida…
−…lo
hizo en este aburrido pueblo –atajé su lectura, sentada junto al balcón y
mirando la calle.
−¿Por
qué no escribes? –me respondió con voz calma, girando la cara hacia mí.
−No
puedo. ¡Estoy harta! –repliqué; con voz de niña malcriada, lo confieso.
−Cierra
los ojos, espera un poco y escucha el batir de la lluvia sobre la claraboya.
−Para
ti es fácil –interrumpí, menos enojada.
−¿No
te recuerda el clave? Música monótona, pero sedante, del Barroco.
−…
−Atiende
ahora. Esas ráfagas de viento que escupen con cierto ritmo el agua contra el
vidrio; ¿no sugieren una sonata?, ¿Brahms, quizás?
−Lograrías
que Noé oyera las nueve de Beethoven. –Y, todavía con los ojos cerrados,
susurré− Eres adorable.
−Deberías
plasmar esas sensaciones, apenas decantadas por tu estado de ánimo. Después, en
situación más serena, podrías leerme lo escrito.
−Eres mi sostén −se me
escapó.
−¿Quién sostiene a
quién?
−¿Cenaremos? –espeté,
cambiando de tercio.
−Vamos.
−Dejó sobre la mesa el libro en braille, se levantó y se acercó tanteando para
asir las empuñaduras de mi silla de ruedas.
−Te
quiero. −solté, como un suspiro, mientras le orientaba por el pasillo.
Fue
una noche colmada de ternura. Cuando la tormenta derivó en tempestad me tarareó
“La Valquiria”.
Este
microrrelato pasó el desbroce inicial (imagino que sería cumplir con las bases:
faltas de ortografía o expresiones gramaticales incorrectas, amén de insultos,
expresiones discriminatorias,…) junto con 388 más, pero no fue seleccionado
(20%) para acceder al jurado: quedó con 3,10 puntos y el corte se hizo con 3,40
puntos
Al tran-tran hemos pasado el ecuador del
verano;
a todos,
¡feliz resto del verano!
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(*)Existen
muchas definiciones de microrrelato, casi todas vienen a coincidir en lo
esencial. Un par de ejemplos para los interesados:
He aquí un
decálogo (hay cantidad de ellos) que es sencillo y completo, a mi entender:
Decálogo para escribir microcuentos
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más
que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni
una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento,
nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el
conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será
pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final
de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo
general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a
lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de
espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que
serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión
en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar
drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las
palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el
título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte
de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que
narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es
decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas,
las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al
lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras,
dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o
no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno
no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil
veces.
(http://escueladeescritores.com)
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(**)Llamamos
“fronterizo” al territorio existente entre dos géneros, que puede pertenecer a
uno o al otro. En este caso entre el microrrelato y la prosa poética.
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Las imágenes, por orden, proceden de:
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FORGES http://manuespada.blogspot.com.es
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http://iespoeta.com/
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http://microrrelatosfcjc.com
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http://www.jesus-maria.net
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http://www.arona.org/
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http://tardegrisdeinvierno.metroblog.com
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http://onceandalucia.es/
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http://lanarrativabreve.blogspot.com.es/
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