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viernes, 29 de noviembre de 2013

MICRORRELATOS: DE LA LEY DEL SILENCIO Y DEL BUCLE SIN FIN (la madre, la naranja y el ofrecimiento)




0.-INICIO

Todo empezó en el Taller. Fernando propuso, como ejercicio de microrrelato, que escribiéramos un texto que, sin pasar de veinte líneas, empezara por una de las frases siguientes:
a)       Su madre le ofreció una naranja.
b)       Haga Vd. el favor de no empujarme más.
c)        Los invitados llegaron a casa a la hora prevista.

Al principio la cosa parecía una montañita (dada la extensión), después arranqué con uno, otro, un tercero…, la corrección vino después: recortar primero, luego reconstruir, pulir al final; ¡ah!, no olvidar la importancia del título en un relato de estas características.



Esperaba la “crítica constructiva” antes de iniciar otra hoja de este Bloc, pero como no acaba de llegar… Bueno, cuando se produzca ya hablaremos de ella. En fin, aquí van dos con la “naranja”.




1.-L’OMERTÀ




Su madre le ofreció una naranja. Sonrió, la cogió, dijo “gracias” y, mientras cruzaba la calle, comenzó a frotarla con las manos enguantadas. Un automóvil dobló la esquina, las ruedas chirriaban. Antes de hacer nada con la naranja, había recibido varios balazos de una ráfaga que partió de la ventanilla del vehículo.
Habló cuando el coche hubo desaparecido por el otro extremo de la calle:
−Madre, lo he visto todo, he visto quienes dispararon al Don.
−Tú no has visto nada porque estabas dentro de casa; ¡vete enseguida!























2.-BUMERÁN



Su madre le ofreció una naranja. Y esta vez aceptó. Dijo “gracias”, la guardó en el bolsillo del abrigo y fue para la escuela; no podía llegar tarde. Como de costumbre, entró el primero en el aula, colgó de una percha con cuidado el abrigo recién estrenado y se sentó a esperar. Cuando acabó la clase, Juan cogió la naranja del bolsillo del abrigo, se acercó al estrado y se la tendió al maestro. Éste, al tiempo que sonreía, declinó el ofrecimiento. Juan guardó la naranja y, al regresar a casa, la depositó entre las del montón que reposaba en el expositor situado a la puerta de la frutería.
Luciendo su abrigo nuevo, a la mañana siguiente, como todos los días, camino de la escuela (*), pasó puntual por delante de casa de Juan y, después de saludarle, su madre le ofreció una naranja.
 



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 A todos, cuidado con el largo fin de semana (6-9) y
¡feliz mes de diciembre!





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(*) Como homenaje al maestro de escuela vaya aquí el título de un libro del gran escritor colombiano Fernando González Ochoa (1895-1964), conocido como el “Brujo de Otraparte”.



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(**) Las imágenes, por orden, proceden de:

Victoriano Javier Tornel García "Almusaiti"

&  thepummelo.com
&  Forges (manuelespada.blogspot)
Henar Lanchas "hlanchas"
&  Película "El Padrino" (englishvalencia.blogspot)
&  propia
&  literatureaudio.com
&  otraparte.org